PRESENTACIÓN DEL CONGRESO

En el contexto de la filosofía del Derecho del mundo latino se ha ido formando en los últimos tiempos una corriente de opinión favorable a la vertebración de algo así como una “iusfilosofía regional”, cuyo cometido principal tendría que ser el desarrollo de un pensamiento capaz de incidir en la cultura jurídica (y en la cultura en general) y, por tanto, de transformar las instituciones jurídicas, políticas y sociales del mundo latino. Esa iniciativa podría contribuir también a equilibrar la filosofía del Derecho a nivel mundial y a reducir, por ello, el excesivo peso que en las últimas décadas está teniendo la cultura anglosajona. Con ello no se trata, naturalmente, de embarcarse en una batalla cultural dirigida a excluir la presencia entre nosotros de las grandes figuras del mundo anglosajón. En cierto modo, es todo lo contrario. Está claro que a los autores importantes de esa tradición (y de otras) hay que seguir leyéndolos, discutiéndolos y obteniendo provecho de sus aportaciones. Pero junto a esa necesidad de apertura, de no exclusión (consustancial a cualquier filosofía que merezca la pena), resulta también ampliamente compartida la idea de que debería evitarse un colonialismo cultural que no parece estar justificado en términos intelectuales y que condena a quienes se dedican a la filosofía del Derecho en el mundo latino (en América y en Europa) a jugar un papel subordinado, lo que ciertamente no hay por qué aceptar.

La convocatoria de este Primer Congreso de Filosofía del Derecho del Mundo Latino ha ido precedida de una fase de consulta a iusfilósofos de diversos países latinos, europeos y americanos, de la que ha resultado un amplio acuerdo sobre la conveniencia de emprender esa tarea. Y el acuerdo se extiende también a la idea de que ese objetivo no podrá lograrse si, entre otras cosas, no se recupera cierto control a la hora de fijar la agenda de los problemas iusfilosóficos. A este respecto, se ha podido constatar la existencia de una serie de temas a los que debería prestarse una especial atención, de entre los cuales hemos seleccionado los siguientes, para que sean objeto de estudio y reflexión en el Congreso:

  1. ¿Qué filosofía del Derecho para el mundo latino? (La discusión en torno a la pluralidad de direcciones iusfilosóficas vigentes en nuestros países incluiría también el problema de la enseñanza de la filosofía del Derecho.)
  2. Los derechos sociales en el Estado constitucional.
  3. Pluralismo jurídico, multiculturalidad, Derecho indígena.
  4. Anomia y Estado de Derecho.
  5. Argumentación, racionalidad y Derecho.
  6. Nuestros clásicos. (Aquí se trataría de recuperar a autores importantes de nuestras tradiciones iusfilosóficas, de cara a organizar una futura publicación.)

Las fechas propuestas para el Congreso son los días 26, 27 y 28 de mayo de 2016, en Alicante. La última sesión, la de la tarde del sábado, día 28, se reservará para cuestiones organizativas: para discutir acerca de la constitución de una Asociación de filosofía del Derecho del mundo latino, cuyas funciones podrían ser las de asegurar la organización bienal de un congreso y la edición de una publicación que sirva como órgano de expresión de la filosofía del Derecho del mundo latino. Las cinco sesiones anteriores (cada una ocupará una mañana o una tarde) se dedicarán a la discusión de los primeros cinco temas señalados, según la siguiente metodología. Hasta un mes antes de la celebración del Congreso se admitirán trabajos referidos a los 6 temas indicados, todos los cuales se publicarán en la página del Congreso. En ese momento se nombrarán relatores para cada uno de los temas, a los que se encargará de organizar el material recibido y de elaborar una presentación sintética del mismo que expondrán en el Congreso durante un tiempo aproximado de una hora. El resto de la sesión se dedicará a la discusión dirigida por un moderador (no por el relator). El tema “nuestros clásicos”, por su propia naturaleza, queda fuera de las sesiones.

Conviene finalmente resaltar el carácter “latino” y no meramente iberoamericano del Congreso y de la Asociación que pudiera llegar a constituirse. Con ello se trata de incorporar a países, como Italia, Francia o Bélgica, cuyo peso en el ámbito jurídico y filosófico es manifiesto y que, realmente, forman parte del mismo círculo cultural al que pertenece el resto. De hecho, la cercanía entre las diversas lenguas romances permite que, sin demasiado esfuerzo, todos podamos aceptar una especie de plurilingüismo pasivo, de manera que cada cual pueda hablar (o escribir) en su propia lengua y esperar que los demás sean capaces de entenderle. Por lo demás, puesto que cada uno puede pertenecer (pertenece de hecho) a más de una comunidad intelectual, y que el tipo de asociación que representa la IVR nos beneficia a todos, creemos que los congresos de la nueva asociación podrían celebrarse en los años pares (empezando en 2016), para no coincidir así con los de la IVR (que tienen lugar en los años impares). Una comunidad iusfilosófica sólo puede funcionar si hay un adecuado diálogo intergeneracional y se incentiva a los más jóvenes a participar en el Congreso (para lo cual habrá una serie de bolsas de viaje dirigidas a iusfilósofos latinoamericanos de menos de 45 años) y a seguir adelante con el proyecto; por eso, aunque la iniciativa de organizar este congreso y de constituir la asociación pertenezca sobre todo a los más seniors, conviene que de ambos instrumentos se hagan cargo en seguida los más jóvenes, de cuyo desempeño depende, obviamente, el futuro de una tradición cultural tan relevante como la filosofía del Derecho.


















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© iusfilosofía del mundo latino 2015

Foto: "Azul Mediterráneo" -Vista desde el Castillo de Santa Bárbara, Alicante (CC: por Vanderley Tejeiro González)

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